sábado, 20 de diciembre de 2014

HECHIZO

Se ahogaba.
Necesitaba espacio.

Ese paisaje nuevo
que aparece de pronto
en miradas extrañas.

La sensación lejana
de vagar sin destino.

Encontrarse una noche
en la cima del mundo
y no tener ni idea
de lo que se hace allí.

El rugido feroz
del estómago inquieto
por el hambre de estrellas.

El único alimento
que resucita el alma
cuando todo es tan grave,
tan gris y tan pequeño...

Necesitaba magia.

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